jueves, 28 de agosto de 2008

36 años de la Masacre de Trelew

Una de las características principales de los gobiernos militares de nuestro país, era detener a sus principales opositores, y el gobierno de Alejandro Agustín Lanusse no fue la excepción.
En la cárcel de Rawson se encontraban alojados más de cien presos políticos, entre ellos los principales líderes del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) y Montoneros, los dos últimos de tendencia política peronista.
Los detenidos contaban con el apoyo de los vecinos del lugar; tal es así, que los familiares de los presos -que venían de distintos puntos del país- se alojaban en las casas de los lugareños, como también les hacían llegar comida o lo que necesitaran los internos.
Entre los detenidos se encontraban Mario Roberto Santucho, Enrique Gorriarán Merlo, Fernando Vaca Narvaja, entre otros, quienes hacían actividades muy particulares, y seguían estudiando y leyendo para estar al tanto de la situación del país y continuar así la lucha revolucionaria una vez fuera del penal. También pensaban en cómo lograr fugarse, y fue así que por primera vez las tres organizaciones revolucionarias trabajaron en conjunto para poder concretarlo. Sin bien surgieron varias ideas de cómo realizar dicha fuga, optaron por tomar el penal desde adentro y, con apoyo externo, llegar hasta el Aeropuerto de Trelew para secuestrar un avión y viajar rumbo a Chile, país que en ese entonces era gobernado por Salvador Allende.
Tanto los hombres como las mujeres que se encontraban en el penal tenían una tarea específica a cumplir para que se pudiera llevar a cabo la fuga, lo mismo los compañeros que iban a prestar ayuda desde el exterior.
Uno de los presos más conocidos, Agustín Tosco –uno de los líderes del Cordobazo- decide no participar de la fuga, ya que interpretaba que su situación era muy diferente al resto de los presos políticos.
La fuga se realiza el 15 de Agosto, pero surgen algunos problemas como la muerte de un guardiacárcel, quien llegaba para hacer el cambio de turno en el momento que se estaba realizando la fuga. El otro inconveniente fue una confusión con las señales que debían hacerse entre los de adentro y los de afuera. Uno de los compañeros que se encontraba con los camiones que llevaría a los internos hacia el Aeropuerto de Trelew interpreto mal la señal desde el Penal, creyó que era para abortar el plan, y se retiró, con lo cual quedó solamente un automóvil para trasladar a los que se fugaran, decidiéndose en ese momento que lo hicieran los líderes de las tres organizaciones. El resto, mientras tanto, se quedaría intentando conseguir unos taxis.
Este grupo de 19 personas se trasladó en tres autos hacia el Aeropuerto de Trelew, pero con las demoras producidas en el camino no llegaron a tiempo antes del despegue, por lo que se vieron obligados a tomar el Aeropuerto.
De inmediato las fuerzas represivas se enteran de la noticia y acuden hacia el lugar, bajo las órdenes del capitán de corbeta Luis Emilio Sosa.
Hubo un segundo intento por tomar otro avión, pero advertido por la Marina fue abortado. Al ver que los intentos de fuga habían fracasado, el grupo de 19 guerrilleros deciden entregarse con la condición de que se presentaran un juez y un médico para que sean testigos de su integridad física, además de medios de comunicación locales, quienes fueron utilizados por los guerrilleros para que todo el mundo se enterara de que ellos se encontraban bien físicamente y que se entregaban de manera pacífica.
Las negociaciones fueron entabladas por Mariano Pujadas, de Montoneros, y por el capitán Sosa. La intención de Pujadas, como la del resto de sus compañeros, era volver al Penal de Rawson, y eso fue lo que se acordó con Sosa. Sin embargo, se les tenía preparado otro destino: la Base Almirante Zar. La excusa era que el Penal no estaba en condiciones para alojarlos por lo sucedido en la fuga.
Una vez alojados en la Base, los 19 guerrilleros fueron maltratados diariamente. En la madrugada del 22 de agosto los 19 detenidos fueron despertados bruscamente y puestos en fila frente a la puerta de los calabozos, mirando hacia el piso, y fueron ametrallados a quemarropa por el capitán Sosa, el teniente Bravo y otros cómplices. La mayoría de los detenidos fue asesinada en el acto, y otros rematados mientras se encontraban heridos en el piso. Solamente hubo tres sobrevivientes, a quienes se los confundió con muertos, y fue gracias a ellos que hoy se conoce lo que realmente sucedió ese día, ya que la Marina declaró en ese momento, y hoy lo sigue queriendo justificar, que lo ocurrido el 22 de agosto de 1972 fue un tiroteo a raíz de un intento de fuga por parte de los detenidos. Los fusilados y rematados habían sido, para la versión militar, parte de las bajas por un enfrentamiento.
No conformes con la masacre, también reprimieron a familiares y compañeros que estaban velando a los fusilados en la noche del 22 de agosto.
En el 2007 se reabrió la causa por la “Masacre de Trelew” y esperamos que estos asesinos sean enjuiciados y puestos en cárceles comunes, para que no suceda lo mismo que en el caso de Héctor Febrés, “suicidado”, o el reciente caso del “Laucha” Corrés, que se fugó de su prisión para visitar a su madre.
Aunque el Che haya dicho: “a un revolucionario no se lo llora, se lo reemplaza”, eso no implica que no recordemos a estos valiosos compañeros cruelmente asesinados indefensos.


¡Compañeros fusilados en Trelew! ¡Presentes!
Hasta la victoria siempre


Carlos Rojas Surraco

Por Aerolíneas

Las dos centrales sindicales y los intelectuales de Carta decidieron tomar una posición común frente a la reestatización de Aerolíneas.

Los nuevos cielos de la Patria

Un país y una sociedad que intentan reencontrar su memoria social, política, cultural, federal y solidaria no pueden sino enfrentarse a la imperiosa necesidad de recuperar como patrimonio del conjunto del pueblo su línea de bandera. Aquella que nos recuerda un tiempo en que el Estado fue capaz, y esto está inscripto en nuestra conciencia, de construir y administrar y desplegar una empresa como lo fue Aerolíneas Argentinas, que durante décadas representó el interés nacional, uniendo no sólo al país con el mundo, sino integrando nuestro territorio.
En estos días de arduos debates democráticos que atraviesan a la ciudadanía, y cuyo epicentro es el Congreso de la Nación, se vuelve imperioso clarificar qué discutimos. Reivindicamos la necesidad de recuperar una empresa desmantelada por las políticas privatizadoras llevadas adelante desde los años ’90, y bajo la ideología del neoliberalismo, que erosionaron el papel de lo público, imponiendo la lógica del mercado, del negocio privado y de la rentabilidad como dios supremo, por sobre funciones indelegables del Estado. En consecuencia, subrayamos la responsabilidad y potestad de éste para intervenir en la defensa del interés público, de la soberanía nacional y de la protección del derecho de los trabajadores.
Aquellos que defienden otro proyecto de país, enraizados en el discurso y la práctica privatista, sostienen, sin medir las consecuencias, propuestas quiméricas que sólo ofrecen como alternativa la quiebra de Aerolíneas Argentinas y su reemplazo por una empresa inviable. Un proyecto así daría cuenta de sus verdaderos objetivos: destituir la responsabilidad del Estado en la administración de lo público, que incluye la reestatización de aquellos bienes malversados por las políticas privatizadoras, como también en su rol de garante de la justicia social.
Por todo lo señalado, la recuperación del patrimonio nacional de Aerolíneas Argentinas constituye un hito en la búsqueda y construcción de un país más solidario, más integrado, más democrático y más justo.

Declaración conjunta de la CGT, CTA y Colectivo Carta Abierta

viernes, 15 de agosto de 2008

Día histórico en Paraguay

Otro país hermano está de fiesta. Paraguay terminó con años de hegemonía del Partido Colorado, que tantas penurias trajo al pueblo, y comienza hoy una nueva era, llena de esperanzas y de buenos augurios. El presidente electo fue claro: se necesita una reforma agraria, dijo sin reparos. Hoy recibe a sus pares latinoamericanos porque nuestro continente es también su lugar y quiere reforzar los lazos con todos los países de este lado del mundo.

Como el domingo pasado con la victoria de Evo Morales, los latinoamericanos tenemos que olvidar fronteras y celebrar estas buenas nuevas... No es un dato menor para nuestros hermanos paraguayos tener un presidente como Lugo, y para nosotros tampoco debería serlo... No podemos cambiar nada sino lo hacemos en bloque.


Gustavo Lamouret

miércoles, 13 de agosto de 2008

AGUANTE !!!

Evo resiste... se legitima poniendo en riesgo su gobierno. Y no sólo lo vuelven a elegir, sino que aumenta su apoyo popular.
Es cierto que los prefectos opositores también ratificaron sus cargos. Pero en esos distritos hostiles también Evo aumentó sus votos.

Bolivia necesita nuestro respaldo. El Gobierno legítimo tiene sus enemigos internos y externos que son poderosos. Los más humildes hablaron el domingo en las urnas y quieren a su presidente indígena. América Latina lo necesita, no lo olvidemos.

Gustavo Lamouret

lunes, 11 de agosto de 2008

Sobre el "conflicto del campo"

La caja boba entretiene y los monos aprenden. Ahí está la clave de lo que sucedió y de lo que sucederá. Porque si hay algo que abunda en este largo país son opinólogos informados desinformados, que más que opinar discriminan y minimizan a la otredad.
Hablan de historia, de victorias y derrotas. De lo que nos hace mal y lo que nos hace bien. De lo que es justo y por lo que no es justo pelear. De los que nunca reclaman y ahora lo hacen.
¿Qué cambiará? Si en la próxima marcha piquetera, en el próximo paro de subte o en cualquier movilización justa o injusta alguien se toma un segundo en preguntar y no en putear, ahí puede ser que se haya ganado algo.
Porque la primera reacción del ignorante es rechazar lo desconocido.
Y para el despreocupado preocupado por tanta preocupación le informo que ya se volverá hablar del “Bailando por un Sueño”… el Apertura ya comienza y los Juegos Olímpicos nos encontrarán gritando todos juntitos por un pedazo de metal bañado. Y esto será una simple carilla de algún libro de historia que estudiarán sus hijos.

Marcelo

La Noche de los Bastones Largos (La brutal represión a la educación)

El 28 de Junio de 1966 es derrocado el presidente constitucional Arturo Humberto Illia y asume en su lugar el Teniente General Juan Carlos Onganía, dando así el inicio de una nueva dictadura en nuestro país, la autodenominada “Revolución Argentina”.
Esta dictadura se va a encargar de proscribir a todos los partidos políticos, en especial al peronismo, cerrar el Congreso de la Nación y perseguir a todo los luchadores sociales, a los que se los denominó a partir de entonces: “subversivos”. También se combatió a las agrupaciones políticas de estudiantes.
Pero eso no es todo: el 29 de julio de 1966 se produce un hecho que quedará marcado en la historia de la Educación argentina. Ese hecho se conoció como “La noche de los bastones largos”. Aquella noche muchos estudiantes y docentes fueron reprimidos, particularmente en las facultades de Filosofia y Letras y Ciencias Exactas, entre otras, las cuales fueron destruidas. No alcanzó con eso, sino que también detuvieron alrededor de 400 personas, que debieron salir de los edificios universitarios en doble filas, donde fueron brutalmente golpeados y luego subidos con las manos detrás de la nuca arriba de los camiones de la Policía Federal.
¿Cual fue el principal objetivo de esta brutal represión? En primer lugar, tener absoluto control de las universidades, censurando los contenidos de enseñanza. Se eliminó la autonomía de la Universidad, con el cogobierno tripartito entre profesores, alumnos y graduados, conseguido a través de la Reforma Universitaria de 1918. A raíz de este suceso muchos profesionales renunciaron a sus cátedras y debieron exiliase para poder continuar sus investigaciones (problema que existe hasta nuestros días, crisis conocida como “fuga de cerebros”).
Sin embargo, a 42 años de este terrible hecho los estudiantes de distintos niveles siguen con el problema de la participación en los establecimientos educativos, aunque muchas autoridades lo nieguen. La democratización de los institutos educativos es importante, no solamente para lograr una mejor educación, sino también para generar una mayor participación de los alumnos en su proceso de aprendizaje.


Carlos Rojas Surraco