Los nuevos cielos de la Patria
Un país y una sociedad que intentan reencontrar su memoria social, política, cultural, federal y solidaria no pueden sino enfrentarse a la imperiosa necesidad de recuperar como patrimonio del conjunto del pueblo su línea de bandera. Aquella que nos recuerda un tiempo en que el Estado fue capaz, y esto está inscripto en nuestra conciencia, de construir y administrar y desplegar una empresa como lo fue Aerolíneas Argentinas, que durante décadas representó el interés nacional, uniendo no sólo al país con el mundo, sino integrando nuestro territorio.
En estos días de arduos debates democráticos que atraviesan a la ciudadanía, y cuyo epicentro es el Congreso de la Nación, se vuelve imperioso clarificar qué discutimos. Reivindicamos la necesidad de recuperar una empresa desmantelada por las políticas privatizadoras llevadas adelante desde los años ’90, y bajo la ideología del neoliberalismo, que erosionaron el papel de lo público, imponiendo la lógica del mercado, del negocio privado y de la rentabilidad como dios supremo, por sobre funciones indelegables del Estado. En consecuencia, subrayamos la responsabilidad y potestad de éste para intervenir en la defensa del interés público, de la soberanía nacional y de la protección del derecho de los trabajadores.
Aquellos que defienden otro proyecto de país, enraizados en el discurso y la práctica privatista, sostienen, sin medir las consecuencias, propuestas quiméricas que sólo ofrecen como alternativa la quiebra de Aerolíneas Argentinas y su reemplazo por una empresa inviable. Un proyecto así daría cuenta de sus verdaderos objetivos: destituir la responsabilidad del Estado en la administración de lo público, que incluye la reestatización de aquellos bienes malversados por las políticas privatizadoras, como también en su rol de garante de la justicia social.
Por todo lo señalado, la recuperación del patrimonio nacional de Aerolíneas Argentinas constituye un hito en la búsqueda y construcción de un país más solidario, más integrado, más democrático y más justo.
En estos días de arduos debates democráticos que atraviesan a la ciudadanía, y cuyo epicentro es el Congreso de la Nación, se vuelve imperioso clarificar qué discutimos. Reivindicamos la necesidad de recuperar una empresa desmantelada por las políticas privatizadoras llevadas adelante desde los años ’90, y bajo la ideología del neoliberalismo, que erosionaron el papel de lo público, imponiendo la lógica del mercado, del negocio privado y de la rentabilidad como dios supremo, por sobre funciones indelegables del Estado. En consecuencia, subrayamos la responsabilidad y potestad de éste para intervenir en la defensa del interés público, de la soberanía nacional y de la protección del derecho de los trabajadores.
Aquellos que defienden otro proyecto de país, enraizados en el discurso y la práctica privatista, sostienen, sin medir las consecuencias, propuestas quiméricas que sólo ofrecen como alternativa la quiebra de Aerolíneas Argentinas y su reemplazo por una empresa inviable. Un proyecto así daría cuenta de sus verdaderos objetivos: destituir la responsabilidad del Estado en la administración de lo público, que incluye la reestatización de aquellos bienes malversados por las políticas privatizadoras, como también en su rol de garante de la justicia social.
Por todo lo señalado, la recuperación del patrimonio nacional de Aerolíneas Argentinas constituye un hito en la búsqueda y construcción de un país más solidario, más integrado, más democrático y más justo.
Declaración conjunta de la CGT, CTA y Colectivo Carta Abierta
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