Los “fueros políticos” son una condición especial que se le otorga a un legislador, por ejemplo, para que no sea sometido a la ley. Esos legisladores, ¿no eran parte de la sociedad? ¿No debemos ser juzgados por las mismas leyes?
Luis Abelardo Patti ha sido encontrado culpable de varios delitos, considerados de lesa humanidad. No sólo quiere quedar libre, sino que quiere formar parte del Congreso de la Nación. Si es diputado, argumentan, tiene fueros. Si tiene fueros, se salva.
Volvemos al principio: para ser diputado hay que ser elegido por el pueblo. Por carácter transitivo, es el pueblo el que le da los fueros. Si finalmente Patti es llevado a la cárcel, de donde nunca debería salir, condenado como está por sus aberrantes crímenes… ¿No habrá que condenar a sus votantes de complicidad? ¿No es lo mismo esconder a un asesino en una casa o darle fueros para que no se lo juzgue? ¿Ambos no son cómplices del asesino?
Preguntas, sólo interrogantes que surgen de esta realidad que nos toca vivir.
Gustavo Lamouret
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